La ciudad de A Coruña careció de imprenta hasta el siglo XIX, esto no es fácil de explicar, si bien, es verdad que la instalación de la Real Audiencia generó una reducida demanda que podía ser atendida por las imprentas compostelanas, pero, en el siglo XVII, la nueva administración borbónica, reorganizó los servicios e impuso un creciente manejo de Reales Ordenes, Resoluciones y Decretos ejecutados, tanto por el Real Acuerdo, como por la intendencia o la Capitanía General, instituciones, todas ellas, instaladas en esta ciudad. Resulta sorprendente que se hubiera acudido a las imprentas compostelanas y que no hubiese surgido en la ciudad un impresor que cubriese esta demanda.
En el siglo XVIII se constituye el Real Consulado, la Academia de Agricultura, el Protomedicato, el mismo ayuntamiento genera una gran cantidad de bandos, que tienen que ser copiados a mano. Había un mercado que no fue atendido hasta que se empezaron a instalar imprentas en la ciudad, la mayoría de ellas de fuera de Coruña.
Las “Ordenanzas de la Real Audiencia del Reyno de Galicia” aparecen impresas por Antonio Frayz en la ciudad de La Coruña, en el año 1679, aunque este hecho no implica que dicho impresor se instalara en la ciudad, pero si aparece la reseña en pie de página.
En 1790 el ayto. intentó que Don Ignacio Aguayo, impresor de Santiago, se instalase en la ciudad, aunque, el ayto. decidió rechazar el pliego de condiciones que el impresor proponía.
No será hasta 1806, cuando la familia de D José Riesgo Montero se traslade a A Coruña, una vez que el hubiera fallecido dos años antes, fundando la imprenta “Viuda e hijos de riesgo”. Este mismo año imprimen la obra “Tratado instructivo y práctico de maniobras navales para el uso de caballeros guardia marinas” de Santiago Agustín de Zuloaga. Sería ésta la primera obra impresa en La Coruña por una imprenta instalada en la ciudad.